Vale que somos una Academia de Chimpancés. Vale que tenemos que tratar temas didácticos y hacerlo de forma amena, con chascarrillos y juegos variados. Pero en realidad siempre hemos anhelado destilar el aroma de los escritores muertos, dicho esto, claro está, en sentido metafórico.
Ya he explicado muchas veces que el blog surgió por casualidad, una mañana en la que no tenía tiempo que perder. La paradoja se repite en la mayoría de las decisiones importantes de la vida ¿verdad?.
Hoy hace 7 años que la Academia de Chimpancés abrió sus puertas.
Finjo que me da igual.
Finjamos todos felicitaciones contenidas, con algo de sarcasmo, y yo rechazaré mis méritos con flema de escritor de renombre que rechaza el Premio Príncipe de Asturias de beber cerveza.
7 años es tiempo más que suficiente para vuestra completa formación ¿no creéis?. 7 años de estudio intensivo os han preparado para salir allí afuera, a la jungla de la vida, y sobrevivir, o lo que es más importante, tener conversación de sobra.
Eso pienso a veces.
Aunque luego me digo, bah, por qué no seguir escribiendo un año más. Total... a vosotros os entretiene, a mi novia no le avergüenza (la mayor parte de las veces), y ¡qué demonios! están a punto de pasarnos a todos cosas muy grandes, muy buenas y muy locas. Esto hay que vivirlo aquí, juntos, de forma oblicua y misteriosa.
La Academia es amor.
La Academia es un autobús sin frenos por las comarcales de internet.
La Academia es una charanga de sordos felices.
Y hoy, además, quería estrenar nuevo dominio: hombrerevenido.com (pero los eficientes amigos de Hostinet no han permitido hacerlo a tiempo, hurra por el trabajo mal hecho)
¿Puede haber mayor felicidad?
Sí, estrenar el dominio mañana o la semana que viene.
A contratiempo es todo mucho mejor.
Nuestro olor a literatura mal ventilada. Vuestra capacidad innata para no entender nada.
Vamos a mear en círculos en el jardín del futuro.
Yo me la voy sacando...