No seré yo quien critique esos formatos. Yo me he llegado a enganchar a cosas peores.
A lo mejor mi prejuicio se debe a que sólo he aguantado más de 5 minutos uno de estos shows tomateros. Fue cuando invitaron al Pequeño Nicolás. Qué gran noche aquella. Creo que lo daban en Cuatro, Telecinco, 24 horas y la Sexta al mismo tiempo. Fue memorable. Sobre todo por la parte de "memo". A lo mejor fue un poco menos "rable". Aunque a saber qué significa eso exactamente.
La cuestión es que se acerca un año de permanente pre-campaña, campaña y post-campaña. ¡El horror! ¡el horror!, como gritaba Kurtz desde su muro de facebook. Ante la sobredosis política ya conocéis la postura clásica de la Academia: voto nulo, un sanjacobo idealista y materialista dentro del sobre cerrado forzadamente, un voto metáfora que vaya entrando en la urna a duras penas, que haya que empujarlo.
Pero mantener esa postura va a ser muy duro. Mucho más llevadero será enfrentarse al falangismo baratillo de "los nuestros" y "ellos" de la mejor forma: presentando un mejor candidato y pasando a odiar muy fuerte a los demás.
Muchos viernes (no prometo todos, porque eso es mucho prometer) abriremos el grifo de la pasión electoral para ofreceros un espacio completamente apolítico donde se analizará detalladamente la puta mierda de candidatos que ofrecen los demás partidos y el supercandidato de la Academia de Chimpancés.
En las próximas semanas sonará muy fuerte nuestra opinión mezclada sutilmente con información, nuestras encerronas dialécticas, nuestras diatribas fidelianas de 8 horas seguidas, nuestros abrazos a niños y jubilaos junto a mercados de flores e hipocresía.
Simio, déjate llevar.
Este 2015VOTA A SATÁN.