Vamos carburando poco a poco. Calculo que para febrero estará la sandwichera de hacer posts a pleno rendimiento.
Hay un programa en la primera cadena que se llama MasterChef, no sé si lo conocéis. Lo voy a explicar porque yo no escribo sólo para vosotros, también tengo que pensar en las generaciones futuras.
Unas personas (a veces famosas, va a tandas) compiten por ver quién cocina mejor en ambiente de confrontación y camaradería. Sus platos los juzgan cocineros muy conocidos por salir en el programa.
Bien. Pues yo MasterChef no lo veo. Es superior a mis fuerzas. Me perturban estos programas y ahora mismo lo explicaré. Lo anterior era prosa-bechamel, ahora viene el toque maestro del cocinero primate.
Si cocinan en la tele me pongo nervioso. Hay muchos platos y yo no puedo probarlos. Ya me entendéis. Están allí, cocinando, emplatando, ¿y qué hacen luego? ¿Lo tiran?
Es pornográfico. Alguna vez he llegado a lamer la plantalla y se me erizaron los pelos del bigote por la electricidad estática.
Me pasaba también con TopChef. Y con ChimpanChef. Cualquier programa que tenga Chef en el nombre me saca de mis casillas.
Sufrí mucho con el mítico Con las manos en la masa. Luego llegó Arguiñano y ni siquiera los chistes malos mitigaron mi desazón. Creo que hay un CANAL COCINA. Diabólico. Me parece el martirio de Tántalo.
Yo soy un mamífero muy primario y si veo cocinar me pongo a salivar.
Estamos montando una asociación de damnificados por si queréis apuntaros.
Hay un programa en la primera cadena que se llama MasterChef, no sé si lo conocéis. Lo voy a explicar porque yo no escribo sólo para vosotros, también tengo que pensar en las generaciones futuras.
Unas personas (a veces famosas, va a tandas) compiten por ver quién cocina mejor en ambiente de confrontación y camaradería. Sus platos los juzgan cocineros muy conocidos por salir en el programa.
Bien. Pues yo MasterChef no lo veo. Es superior a mis fuerzas. Me perturban estos programas y ahora mismo lo explicaré. Lo anterior era prosa-bechamel, ahora viene el toque maestro del cocinero primate.
Si cocinan en la tele me pongo nervioso. Hay muchos platos y yo no puedo probarlos. Ya me entendéis. Están allí, cocinando, emplatando, ¿y qué hacen luego? ¿Lo tiran?
Es pornográfico. Alguna vez he llegado a lamer la plantalla y se me erizaron los pelos del bigote por la electricidad estática.
Me pasaba también con TopChef. Y con ChimpanChef. Cualquier programa que tenga Chef en el nombre me saca de mis casillas.
Sufrí mucho con el mítico Con las manos en la masa. Luego llegó Arguiñano y ni siquiera los chistes malos mitigaron mi desazón. Creo que hay un CANAL COCINA. Diabólico. Me parece el martirio de Tántalo.
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Para que veáis que no me lo invento |
Yo soy un mamífero muy primario y si veo cocinar me pongo a salivar.
Estamos montando una asociación de damnificados por si queréis apuntaros.