He escrito mucho a lo largo de mi vida. Y he escrito de todo.
2.128 posts (con este) y los que vendrán. No sé cuantos relatos. No sé cuantos emails elaborados. No sé cuantos tuits impulsivos. Todo es literatura a fin de cuentas. He escrito guiones loquísimos y también guiones serios y encorsetados. Todavía hay gente que me paga por escribir, lo cual tiene delito, ¿no os parece?
El caso es que llevo años (sí, años) prometiéndoos un spin-off del blog en forma de novela cubatista, la famosa "Animales Acojonantes", basada en la sección homónima, la quintaesencia de la chorrada, el retruécano absurdo y la confusión profunda. La escribí hace tiempo y de vez en cuando la corrijo.Tener eso allí atascado me atormenta, aunque, como ya he dicho, sigo escribiendo muchas otras cosas.
La última revisión realizada durante la semana pasada ha sido importante. No he cambiado nada, pero (POR FIN) he confirmado que el texto está listo para salir, ser leído y olvidado. Y además he detectado el problema que atascaba su difusión. No es un libro.
Hay capítulos, frases, palabras y letras (utilizo todas las disponibles). Está guardado en un word de más de 200 páginas. Joder, todo apunta a que es un libro, pero no lo es.
Y ojo, yo sé lo que es una novela. Con 22 años escribí una novela corta que quedó entre los 3 finalistas del premio Desnivel de literatura de montaña (sin haber escrito nunca antes algo más largo de 15 folios, ni haber subido nunca a ninguna montaña). Desde entonces lo he intentado varias veces más Algo sé sobre libros. Y me doy cuenta ahora de que "Animales Acojonantes" es otra cosa.
Es verdad que sirve de poco escribir si nadie lo lee. Aunque yo reconozco que me he reído solo tantas veces con "Animales Acojonantes" que no me preocupa demasiado. Tampoco quiero ganar un euro. El dinero es una vulgaridad a evitar cuando se habla de felicidad. Ahora lo prioritario es que salga a la luz y deje de hacer tapón.
Lo estaba releyendo el otro día y de repente lo comprendí. ¡Esto es un blog! Necesita fotos, necesita gifs, necesita otro formato diferente. Que sí, que haré una versión en ePub (o lo que leáis ahora los modernos), pero principalmente va a ir a una web, con su dominio y su portada, y su índice y sus enlaces a cada capítulo.
La gran duda es: ¿Estará alguien dispuesto a leerlo así?
Es complicado, porque tal vez nadie pueda soportarlo en ese formato, pero allí estará. Tal vez uno, diez o cincuenta monos sueltos consigan disfrutarlo. Y el experimento habrá tenido lugar. C'est la vie. No se puede ganar siempre.
Pienso ¿y si lo voy dosificando? Un capítulo al día puede ser una opción. O ir publicando cada una de las 4 partes con una separación de una semana o dos semanas. Pero eso tiene riesgos. La historia es larga, si todo el mundo se desconecta muy pronto me quedaré yo solo, como un gilipuertas, publicando capítulos.
Lo más digno es soltarla de una vez y que sea lo que Dios quiera.
Acaso en eso sí se parezca a un libro de verdad.
Quién sabe, a lo mejor algún día, en alguna parte, alguien lo encuentre y empiece a leerlo. O haya simios que aprovechen a entrar con el móvil en sus ratos muertos en el tren. Ojalá un grupo selecto que lo lea cagando. Nunca se sabe dónde están los lectores, nunca se sabe dónde está la tristeza a la que servir de antídoto.
Si alguno de lo 70 animales y 73 capítulos hace reír a alguien que llegue perdido tras un búsqueda disparatada en google, habrá merecido la pena.
La vanidad por las nubes y las expectativas bajas.
¿Funcionará?
¿Qué opináis vosotros?